domingo, 9 de mayo de 2010

PRINCIPIO Y FIN

DEL PRINCIPIO AL FIN.

El tema de mi elección fue el Rococó. Ciertamente fue una elección un tanto al azar, quería algo que no fuera del siglo XX ya que una de mis pasiones es la historia y las historias dentro de las monarquías saber más de ellas es algo que me gusta e interesa mucho. Al final el Rococó llamó mi atención debido a que resulto ser un momento antes de transición para Francia en el que lo viejo y establecido llevaron a cambiar el pensamiento y crear algo nuevo. El rococó es un movimiento artístico creado en Francia, que sin conocer mucho puede ser fácilmente confundido con el barroco o en primera estancia te puede llevar a pensar que es algo naco, recargado.

El rococó, sus personajes, obras etc. pueden ser pensados como banales, frívolos y superficiales pero a mi parecer dentro de toda esa primera impresión, hay mucho más, un movimiento de pensamientos y formas de vida que, que fueron llevados a la actualidad. Un entendimiento de la intimidad, al placer y al gusto por la comodidad y las cosas hermosas, que en muchos casos no son diferentes a lo que vivimos hoy en día.

Este acercamiento al Rococó será llevado a través de los personajes más importantes de la época y datos alternos de cultura general. También por medio de la pintura para entender un poco a los máximos exponentes de éste movimiento y el contexto por el que estaban pasando como nación y como individuos, que empezó en París pero que después fue copiado por todo el mundo, inclusive México que estaba viviendo un momento también de transición y que por ejemplo fue influenciado por Francia en varios aspectos. Algo muy interesante, es como aunque estaban tan lejos y la forma de comunicarse no era tan fácil ni inmediata como hoy en día, lo que pasaba en Europa afectaba a las colonias, en éste caso México.

Otros temas que también serán tratados durante la línea del tiempo a menor escala son la arquitectura, que aunque fue un periodo relativamente corto y no tan memorable podemos todavía (en el caso de tener la oportunidad) ver los edificios y palpar las líneas curvas y las ideas de las personas de la época. Como lo es la división de espacios, en el caso de las casas que separan los dormitorios de la sala por ejemplo, el tener un cuarto para diferentes actividades y decorarlos cada uno de manera diferente, son ideas que surgieron en el Rococó. Las proporciones son pequeñas, para personas, no para dioses o semidioses, con la eterna búsqueda de lo agradable.

La moda, que aunque no tenían acceso más que la Aristocracia puede plasmar el deseo por las cosas hermosas, por el placer y crear referencias a una forma de vida. Algo muy interesante es como antes durante siglos la moda cambiaba en ciertos detalles, todo era mucho más lento, durante 70 años que esaproximadamente el tiempo del Rococó los cambios son mínimos. No existía el concepto de temporada, ni de cambiar cada 6 meses. La moda cambiaba con la ideología, no con el año.

DEL FIN AL PRINCIPIO.

“Goza, no existe otro placer, haz gozar, no existe otra virtud" parece que es la forma de pensar de la época. Pero insisto, en mi opinión, dentro lo que parece frivolidad y algo banal, hay toda una ideología, una manera particular de ver la vida que marco esa época. Todo en la época del Rococó parece girar entorno a los sentidos, al sentir. A la felicidad aunque sea efímera, a la fantasía. A los artistas y personajes de la época, se les critica por plasmar un deseo humano, una intención de gozar y disfrutar.

Pareciera que dentro de tanta diversión y fantasía, lo había nada más que fiestas, lujos pero las mentes de las personas cambiaban y junto con ellas el mundo. La creación de la Enciclopedia por ejemplo, el hecho de que las personas poco a poco pudieran tener voz, la imprenta, los periódicos, son hechos que transformaron el mundo y vienen de la época del Rococó. La mujer va teniendo un lugar cada vez más importante, tal vez sin protagonismo pero con una voz constante. "El Rococó representa la elaboración de un arte como expresión inmediata de la vida social". (Viñamata, 1987)

El concepto del Rococó resulta clave para la comprensión del siglo XVIII y de las corrientes del pensamiento que lo recorren, siendo la contrapartida o la otra cara de la moneda, que lo define como el siglo de la razón, pero en igual medida del triunfo de la frivolidad y del libertinaje, del cinismo, del materialismo, de la anarquía espiritual, de la incerteza, y en suma de la falta de trascendencia que se saldaron con el estallido violento de la revolución. (Viñamata, 1987)

El romanticismo del arte de la época, el amor y la intimidad como tema principal. Es irónico ya que era una época que el amor verdadero no era bien visto y los matrimonios seguían siendo arreglados. La tendencia que hay en el Rococó a buscar otros temas, que no son los históricos ni religiosos. Lo que crea una cierta libertad y una búsqueda de algo más.

Algo que me parece sumamente importante es el saber que los hechos, lo que sucede, es paralelo entre sí, nadie llega a ser famoso sin la ayuda de nadie más. La historia sería diferente si por ejemplo la amante del rey hubiera sido otra, decisiones, ideas, hechos etc. Vistos desde lejos y plasmados en línea del tiempo es la mejor manera de darte cuenta como todo de alguna forma u otra se conecta entre sí.

Este viaje a través de los siglos me ha parecido fascinante, al principio los nombres, los siglos se confundían, hasta llegar un momento en que todo te parece familiar. En el que podía distinguir los diferentes pintores y sus matices, sus diferencias, sin pensarlo todo como un todo, separando los detalles que hacen de cada uno algo único. Me recordó al cuento de mil y una noches porque todos los días podría contarse algo nuevo, agregarse un dato o algun otro cuadro, por ejemplo. Pero les dejo aquí lo que me pareció más importante para poder entender éste movimiento.

Algo que fue difícil es el seleccionar lo que es verdad y lo que no es. Intente ver suficientes fuentes para que los años, que de un libro a otro cambian, fueran lo más precisos posible. No seleccionar ni datos niimágenes al azar. Fue exhaustivo pero creo que vale la pena, porque una de mis ideas principales de utilizar un formato de blog era poder transmitir y ayudar a quienes lean esto, estén interesados en el tema, que esto sea una herramienta para los alguien y que mi trabajo de varios días, sea minutos para alguien más y puedan crear representaciones de una realidad a partir de la mía y sea útil.

LECTURA DEL TRABAJO

La manera que en mi opinión resultaba más sencilla de plasmar toda la información, datos, fechas, personajes etc. acerca del Rococó fue un blog y una línea del tiempo lineal. El eje central es la pintura, pero también quise tomar en cuenta a los personajes principales de la monarquía Francesa del siglo XVIII. Incluyendo además datos acerca de la arquitectura de la época, moda e historia de México para poder contextualizar de una mejor manera el movimiento artístico.

En el Blog:
En la parte derecha están los subtitulos de cada uno de los ejes.
Además la forma en que realice el trabajo, el porque y el proceso en general.
Con etiqueta especial se encuentran los 5 pintores que en mi opinión fueron los más representativos.
En la parte superior está la página principal, la línea del tiempo y las referencias.

Línea del tiempo:
En cada uno de los puntitos se encuentra algún hecho y en la mayoría de los casos al hacer click puedes obtener más información o un link que te lleve de regreso al blog o a la imagen.

Amarillo: Personajes
Naranja: Pintura
Rojo: Historia de México
Azul: Acontecimientos históricos/ historia universal
Gris: Arquitectura
!: división de épocas

Espero que esta manera de hacer la lectura les resulte fácil y dinámica.

ROCOCÓ

Así se denomina el recargado estilo pictórico y decorativo que dominó durante el reinado de Luis XV (1715-1774) en Francia, desde donde se extendió a otros países, especialmente Alemania y Austria. El arte rococó gustaba de las exageradas curvas barrocas, provenientes del arabesco, pero con un toque más ligero y elegante. Dando preferencia a los temas placenteros, a menudo hasta voyeuristas. (Little, 2004) Existía un gran interés por la moda, por lo que era novedoso y original; se caracterizó por una ornamentación elaborada, delicada y recargada.

Deriva de la palabra “rocaille”, proviene del francés rocaille, que significa ‘rocalla’. A partir de 1734 se usaba para denominar las incrustaciones de relucientes rocas y conchas propias del arte de los “rocailleurs” o escultores de grutas de los grandes jardines de los palacios barrocos del seiscientos. (Viñamata, 1987)


El estilo rocaille, fue un término peyorativo acuñado por un discípulo del artista neoclásico Jacques-Louis David (Little,2004); escritores y artistas neoclásicos rechazaban y recelaban el Rococó y los valores que connotaba como opuestos a sus aspiraciones intelectuales estoicas y moraliantes. La palabra Rococó pasó también a tener un valor cualitativos, aplicable a lo viejo, recargado y pasado de moda. (Viñamata,1987).


El espíritu rococó representa un elemento dominante del siglo XVIII y los epítetos que caracterizan al Rococó lo hacen en igual medida al Siglo de las Luces. El espíritu libertino, independiente, irreverente, irónico, alegre, egoísta, irregular, frívolo, hedonista, con una predilección por el arabesco, la fantasía, lo imaginario, lo irreal, con un concepto del tiempo basado en lo fugaz, lo efímero, lo que huye, lo imprevisto, el efecto sorpresa; aspectos que en todo se oponen a lo clásico y racional. (Viñamata, 1987)


Jean-Antoine Watteau

Jean-Antoine Watteau (1684-1721)
Pintor francés considerado uno de los principales artistas del periodo rococó y precursor del impresionismo del siglo XIX.


Watteau nació en Valenciennes (hoy en Francia) el 10 de octubre de 1684. A la edad de 14 años comenzó a estudiar en su ciudad natal de la mano de un humilde pintor de temas religiosos. En 1702 viajó a París, donde vivió como pintor gracias a las copias y amanerados cuadros devocionales que le compraba un marchante. Más tarde estudió con el grabador y escenógrafo Claude Gillot, que le hizo interesarse por los tipos y las formas de la Commedia dell’arte italiana tan en boga entonces, desarrollando el gusto por las ambientaciones escenográficas y teatrales que más tarde caracterizarían sus obras.

Jean-Antoine Watteau, El embarco para Citera, 1717, Louvre, París.

Hacia el año 1708 comienza a trabajar con el artista decorativo Claude Audran, conservador de las colecciones del palacio de Luxemburgo. Gracias a ello, tuvo la oportunidad de estudiar el ciclo de cuadros barrocos de Petrus Paulus Rubens sobre La vida de Maria de Medici. Sus estudios en la Académie Royale y el encuentro con Rubens y los pintores veneciados del siblo XVI fueron cruciales para su maduración artística.
En 1709 ganó el segundo premio del codiciado concurso Prix de Rome, y recibió después importantes encargos. En 1717 es elegido miembro de la Academia Francesa en París, como pintor de "fétes galantes".
Watteau, de frágil constitución y carácter enfermizo, murió de tuberculosis el 18 de julio de 1721 en Nogent-sur-Marne.

Jean- Antoine Watteau, Pierrot, 1718-1719, Louvre, París.

Sus lienzos reflejan la influencia de los grandes pintores flamencos, especialmente de Rubens y de la escuela veneciana. Su estilo, sin embargo, puso de manifiesto una sensibilidad en el tratamiento de la luz y el color, una sensualidad, una delicadeza y un lirismo hasta entonces desconocidos. El estilo de Watteau fue imitado por otros pintores rococós, pero ninguno logró alcanzar las cualidades de su pintura. Con la llegada del neoclasicismo al arte francés, su reputación entró en declive, aunque, tras la Revolución Francesa y, sobre todo, durante el romanticismo, volvió a aumentar.

Jean-Antoine Watteau, La escala de amor, 1716-1717, National Gallery, Londres.

Entre los temas favoritos de Watteau destacan las reuniones galantes al aire libre, conocidas como ‘escenas galantes’ (fêtes galantes), en las que elegantes cortesanas y caballeros pasan el tiempo en placenteras fiestas rodeados de árboles. "Nuevo género pictórico que se desvinculaba de la austeridad y monumentalismo para renovarse en el sentido de una mayor ligereza, gracia y elegancia".(tarabra, 2006) El artista pinta parejas de enamorados felices, o a pequeños grupos de amigos divirtiéndose, casi siempre al aire libre, en frondosos jardines. En muchas de sus obras conviven figuras aristóratas con actores vestidos para la escena, que conversan, bailan, escuchan melodías o intercambian galanterías a la dombra de altos árboles que ejercen la función de marco arquitectónico.

Jean-Antoine Watteau, Mono escultor, 1709-1712, Musée des Beaux-ARts, Orleans

Su obra maestra de este tipo de escenas fue Embarque para la isla de Citerea (1717, Louvre, París). También destacan Capitulaciones de boda y baile campestre y Fiesta en el parque, ambas en el Museo del Prado, Madrid. Otro tema muy utilizado por Watteau fueron las representaciones de payasos, arlequines y otras figuras de la Commedia dell’arte, como Arlequín y Colombina (1715, Colección Wallace, Londres) y Los cómicos italianos (hacia 1720, National Gallery of Art, Washington). La muestra de Gersaint (1720, Staatliche Museen, Berlín), pintada para la tienda de un marchante de arte amigo de Watteau, es una obra maestra del género realista tanto por su composición como por su dibujo.



"Jean-Antoine Watteau." Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005.

Giambattista Tiepolo

Giambatista Tiepolo (1696-1770), pintor italiano considerado como el principal maestro de la escuela veneciana y el mejor muralista del estilo rococó.

Hijo de un comerciante, nació en Venecia el 5 de marzo de 1696. Estudió con diversos pintores venecianos, pero la mayor influencia la recibió de su compatriota y colega Pablo Veronés. En 1717 pasa como aprendiz por el taller de varios pintores de su ciudad natal. Recibió el apoyo del dogo de Venecia y de algunas familias nobles del Véneto y de diversas ciudades del norte de Italia.

El arte de Tiepolo se centró principalmente en la creación de grandes frescos y pinturas al óleo sobre techos y paredes diseñados en armonía y consonancia con el ornato y decoración de la arquitectura rococó imperante en aquel momento. En ellos representará convincentes escenas de la vida cotidiana así como místicos temas bíblicos y mitológicos. La composición es dramática, la línea fluida y elegante, el color luminoso y delicado y el tratamiento de la luz sumamente atmosférico. La plasticidad y luminosidad de su estilo, junto con el agradable colorido de tonos pastel que utiliza en sus obras, siguieron siendo populares incluso después de que los arquitectos comenzaran a levantar edificios en un estilo mucho más austero y severo durante la etapa neoclasicista. Tiepolo pintó también tablas al óleo, sobre todo retablos, en las que muestra el mismo gusto por las formas elegantes y el colorido suave y delicado de sus obras murales.


Giambattista Tiepolo, Mecenas presentando las artes liberales a Augusto, h.1745, Ermitage, San Petersburgo.


Entre sus primeros frescos destacan los techos de la iglesia de las Descalzas de Venecia, con El milagro de la santa casa de Loreto (1743-1744), obra maestra de la pintura religiosa de esta época (destruida durante la I Guerra Mundial). Especialmente notables son las escenas que representan la historia de Antonio y Cleopatra decorando el gran salón del palacio Labbia en Venecia (anteriores a 1750). De esta época es también el óleo con la Apoteosis de Francesco Barbaro (Museo de Arte Metropolitano, Nueva York).


Giambattista Tiepolo, Joven con Papagayo, 1760-1761, Ashmolean Museum, Oxford.

Entre 1750 y 1753 Tiepolo residió en Würzburgo (Alemania) bajo el mecenazgo del príncipe arzobispo Carlos Felipe de Greiffenclau, para quien decoró su palacio con las escenas de La boda de Barbarroja, La investidura del obispo Haroldo y El Olimpo, entre otras. En 1754 regresó a Venecia, y llegó a ser director de la Academia. Entre los frescos de esta época destacan El triunfo de la fe (1754-1755) en la iglesia de la Piedad de Venecia, las escenas que pintara para la villa Valmarana de Vicenza (1757) y las que hiciera para decorar el palacio Rezzonico de Venecia (1758). Entre sus pinturas al óleo se encuentran La crucifixión(Museo de Arte de la Ciudad de San Luis), La Sagrada Familia con san Gaetano (Academia, Venecia), La Purísima Concepción (1769), San Antonio de Padua con el niño Jesús, ambos en el Museo del Prado, Madrid, y muchos retablos para las iglesias de Venecia. Tiepolo pintó también pequeños bocetos al óleo, innumerables dibujos e imaginativos aguafuertes. Para poder llevar a cabo toda esta ingente labor, contó con la ayuda de sus hijos Giovanni, Domenico y Lorenzo.

En 1762, por invitación de Carlos III, Tiepolo y sus hijos viajaron a España con el encargo de decorar el palacio real de Madrid. Renovó los fastos y proezas de su aplaudida carrera con hallazgos escénicos y una gran riqueza de detalles impresionantes pos su factura. Concluyó su prolífica trayectoria pintando siete cuadros de altar para la iglesia San Pascual Bailón de Aranjuez, que cinco años después de su muerte fueron sustituidos por telas de otros pintores más acordes al nuevo gusto neoclásico. Tiepolo murió el 27 de marzo de 1770 en Madrid.

"Giovanni Battista Tiepolo" Microsoft Encarta 2006. Microsoft Corporation 2005.

Jean- Honoré Fragonard

Jean-Honoré Fragonard (1732-1806)

Pintor francés del periodo rococó, uno de los artistas favoritos de la corte de Luis XV y Luis XVI por sus escenas amorosas de delicados colores, situadas a menudo en jardines. En el estudio de la luz, en lo libre y nervioso de su pincelada, se inspiró en la tradición veneciana y rembrandtiana. Escenarios arcádicos o alcobas sirven de marco a los juegos galantes.

Nació en Grasse el 5 de abril de 1732. Comenzó a estudiar pintura a los 18 años en París con Jean Baptiste Simeon Chardin, pero su estilo se formó principalmente a partir de la obra de su maestro posterior, François Boucher. En 1752 ganó el gran premio de Roma; después de ser discípulo durante tres años del pintor francés Carle Van Loo, Fragonard estudió y pintó durante seis años en Italia, donde recibió la influencia del maestro veneciano Giovanni Battista Tiepolo.

JeanHonoré Fragonard, El beso furtivo, 1765-1770, Ermitage, San Petersburgo.

Al principio Fragonard desarrolló un estilo acorde con la temática religiosa e histórica. Sin embargo, después de 1765 siguió el estilo rococó, que entonces estaba de moda en Francia. Las obras de esta última época, que son las más conocidas, reflejan la alegría, frivolidad y voluptuosidad del periodo. Se caracterizan por la fluidez de líneas, las vaporosas flores en medio de un suave follaje y las figuras con poses llenas de gracia y elegancia, normalmente de damas con sus amantes o de campesinas con sus hijos. La Revolución Francesa le llevó a la ruina económica al perder su posición la nobleza de la que recibía encargos. Aunque contó con la ayuda de Jacques-Louis David, el pintor más importante de la nueva escuela neoclásica francesa, Fragonard no llegó a adaptarse nunca al nuevo estilo y murió en la pobreza el 22 de agosto de 1806 en París.

Jean-Honoré Fragonard, la lectora, National Gallery, Washington.

Las tablas que le encargó Marie-Jeanne Barry, amante de Luis XV, para decorar su palacio de Louveciennes constituyen su obra más importante. En dicha serie, conocida como Los progresos del amor, se encuentran La persecución y El amante coronado (ambos de 1771-1773, Colección Frick, Nueva York). En el Louvre de París se conservan cinco obras suyas, entre ellas Las bañistas (c. 1760) y El estudio (1769); otras obras notables son El columpio (vease abajo) (c. 1766, Colección Wallace, Londres) y La jcarta de amor (c. 1769-1770, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York).


"Jean-Honoré Fragonard." Microsoft® Encarta® 2006 [CD]. Microsoft Corporation, 2005.

sábado, 8 de mayo de 2010

Jean- Baptiste-Siméon Chardin

Jean- Baptiste-Siméon Chardin (1699-1779)

Maestro del silencio y de la luz, Chardin tiene una posición importante respecto al arte de la corte parisiense y a las modas artísticas de su época. Es uno de los pocos grandes artistas que no hizo el viaje canónico a Roma ni se dedicó con regularidad a los estudios académicos. El éxito de sus primeros bodegones (de composición muy estudiada y geométrica) en 1728 le granjeó una fama paulatina. La poesía íntima y conmovedora de sus naturalezas muertas es sencillamente extraordinaria: acordes discrets y exquisitos de azules y blancos, un ligero desenfoque que mitiga un poco los contornos y un fino polvo que se posa en silencio sobre los objetos de uso cotidiano y doméstico, humildes y banales. (Stefano Zuffi, Los siglos del Arte)

Jean-Baptiste-Siméon Chardin, autorretrato.

Chardin nació en París el 2 de noviembre de 1699. Su padre era ebanista. Fue un artista autodidacta que recibió gran influencia de maestros flamencos del siglo XVII como Gabriël Metsu y Pieter de Hooch. Al igual que ellos, se dedicó a pintar temas sencillos y escenas de la vida cotidiana; creó una obra que contrastaba con los temas heroicos y las alegres escenas del rococó que constituyeron la corriente artística principal durante la mitad del siglo XVIII.

En 1728 Chardin fue admitido en la Real Academia de Pintura después de presentar dos de sus primeros bodegones, La raya y El buffet (ambos de 1728, Museo del Louvre, París). En la década de 1730 comenzó a pintar escenas de la vida cotidiana de la burguesía parisina, como Dama cerrando una carta (1733, antiguos Museos Estatales, Berlín), La sirvienta (1738, Museo Hunteri

Jean-Baptiste-Siméon Chardin, Niña con volante, 1737, Uffizi, Florencia.

an, Glasgow) y La bendición (1740, Museo del Louvre). Estas obras, que se caracterizan por la delicadeza del colorido y la luz tenue, son un canto a la belleza de lo corriente y proyectan un aura de humanidad, intimidad y honestidad hogareñas. El dominio de la técnica le permitió a Chardin dotar a sus pinturas de una asombrosa textura realista. Lograba crear formas con juegos de luz, mediante pinceladas superpuestas cargadas de materias y destellos finos y luminosos. Los críticos le denominaron el gran mago y no hubo ningún otro pintor del siglo XVIII que le igualara.

Al principio de su carrera, Chardin había conseguido el apoyo de algunos mecenas de la aristocracia y del propio Luis XV pero más adelante obtuvo gran fama con la difusión de numerosas copias de sus grabados. Al final de su vida empleó la técnica del pastel cuando empezó a fallarle la vista y, aunque en su momento estas obras, caracterizadas por una profunda humanidad, no fueron apreciadas, hoy en día están muy bien consideradas. Chardin murió el 6 de diciembre de 1779 en París.